México y Estados Unidos enfrentan dos epidemias interconectadas. En México, la epidemia de la violencia homicida ha cobrado la vida de 24 de cada 100 mil personas en 2022. Mientras tanto, en Estados Unidos la epidemia de opioides sintéticos, principalmente fentanilo, ha causado sobredosis letales en 22 de cada mil personas en el mismo año. Según las autoridades estadounidenses, desde 2019 la mayoría de esta droga es fabricada en México utilizando precursores provenientes de China. Esto ha generado ingresos ilícitos y una competencia violenta por los beneficios entre los grupos de delincuencia organizada.

Al igual que sucedió con las metanfetaminas, hay indicios de que el tráfico de fentanilo está por convertirse en una epidemia de consumo nacional en México; desafortunadamente, en un tercio de las entidades federativas las instituciones carecen del equipamiento y los procesos básicos necesarios para atender las muertes por sobredosis. 

A pesar de las afirmaciones reiteradas de los oficiales estadounidenses, el gobierno mexicano ha insistido en que no existe la producción de fentanilo en México -o existe muy poca-. Hasta el 24 de marzo del 2024, Andrés Manuel López Obrador admitió: “Lo cierto es que en México, en algunos lugares se ha decomisado fentanilo, muy poco elaborado en México, pero sí hay componentes de fentanilo, los llamados precursores químicos que llevan a que se elabore el fentanilo, igual que en Estados Unidos”.

Ante este escenario político, ¿qué podemos aprender de los datos oficiales de las fuerzas de seguridad, las fiscalías y las aduanas de México? En esta entrada de Descifrando lo averiguaremos. 

El crecimiento del fentanilo cómo negocio ilícito

Los datos más detallados y completos sobre el aseguramiento de fentanilo en México se obtienen a través del Ejército, que registra la fecha y el municipio exacto de cada operativo. Sin embargo, la Secretaría de la Marina (SEMAR) no mantiene un registro de sus actividades en materia de la seguridad y la Guardia Nacional reporta muy poca actividad en este aspecto. Si bien todos los decomisos deberían ser documentados ante el Ministerio Público y estar al alcance de la Fiscalía General de la República, existe evidencia que demuestra lo contrario y que veremos adelante. La FGR únicamente mantiene estadísticas a nivel de entidad federativa y año, lo que limita la visibilidad sobre este problema a nivel nacional.

En el mapa interactivo se puede apreciar el aumento de fentanilo como negocio ilícito a través de las confiscaciones registradas por el Ejército, con un volumen equivalente a 275 millones de dosis de fentanilo aseguradas entre 2015 y 2023. No obstante, en Estados Unidos se decomisaron 376 millones de dosis letales de fentanilo sólo en 2023. La dosis letal se estima en 2 mg de fentanilo, en comparación con los 1.5 mg utilizados en el cálculo para México, siguiendo la metodología desarrollada por Reuters.

Los precursores

Entre 2019 y 2023, las autoridades mexicanas han decomisado miles de kilogramos de precursores químicos del fentanilo, los cuales podrían ser empleados para fabricar millones de pastillas. Este hecho sugiere que la síntesis de fentanilo se lleva a gran escala en el territorio nacional. 

El registro de la FGR debería ser el más completo, ya que las sustancias ilícitas encontradas por la Aduana y las fuerzas de seguridad deben ser entregadas a la FGR durante el curso de su investigación. Sin embargo, las bases de datos indican que esto no siempre ocurre: 

• Entre 2019 y 2023, la Aduana decomisó 936.4 kg de precursores de fentanilo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (39% del total), mientras que la FGR solo registró 361 kg confiscados en la Ciudad de México en el mismo periodo.
• No se pudo encontrar una nota de prensa que confirmara el hallazgo más significativo reportado por la Aduana: mil kg de precursores de fentanilo en la aduana de Ensenada, Baja California el 18 de febrero de 2021; la FGR solo registra 100 gramos de precursores asegurados en Baja California durante todo el 2021.
• No todos los aseguramientos reportados por la SEDENA fueron entregados a la FGR para que se llevara a cabo una investigación de los hechos. Por ejemplo, ambas instituciones reportan 855 litros del precursor ANPP*(1) asegurados en Sinaloa durante 2022, pero solo la SEDENA registra el hallazgo de 355 litros del precursor NPP*(2) en el municipio de Cosalá en el Estado en 2023 (tampoco se pudo localizar una nota de prensa para confirmar el registro).

Por lo tanto, no es posible conocer la cantidad total de precursores químicos de fentanilo que es asegurada por las autoridades; aunado a esto, la FGR también registra 'piezas' de precursores aseguradas, así como unidades estándares en kilogramos o litros.

Es notable la enorme variación interanual del volumen de precursores químicos decomisados y vinculados a investigación por la FGR: en 2023 sólo se registraron 30 kg y 57 'piezas' de precursores, aunque la SEDENA reportó 350 litros asegurados en Cosalá, Sinaloa y la Aduana 306 litros asegurados en la Ciudad de México. 

Todos los aseguramientos reportados por la FGR ocurrieron en sólo 8 estados: Baja California, Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Sinaloa y Sonora. 

La mayoría (41 de 44) de los decomisos reportados por la Aduana de México entre 2019 y 2021 ocurrieron en la Ciudad de México, en cantidades desde 50 gramos a 304 kg, un promedio de 41 kg. Pero por peso, el 61% de los precursores fueron incautados en solo tres incidentes en los puertos de Lázaro Cárdenas, Michoacán, y Ensenada, Baja California.

La Guardia Nacional contestó que no tiene registro de decomisos de precursores del fentanilo, mientras que la SEMAR respondió que tampoco cuenta con una base de datos en la materia, proporcionando un listado de notas de prensa que hace imposible obtener información sistematizada; ambas instituciones han sido encargadas del resguardo de las aduanas y puertos de entrada al país. 

En conclusión, los datos oficiales confirman la presencia de precursores de fentanilo en gran escala, aunque como frecuentemente se observa la serie de Descifrando, no existe un registro completo, confiable o detallado para rastrear la problemática. 

Los laboratorios

Ninguna de las autoridades federales consultadas posee información sobre los laboratorios utilizados para sintetizar los químicos precursores del fentanilo. La FGR y la Guardia Nacional solo tienen registros de laboratorios clandestinos sin determinar el tipo de sustancia producida, mientras que el registro del Ejército sólo identifica laboratorios de metanfetaminas y unos pocos laboratorios de heroína y cocaína. 

En otra solicitud disponible en la Plataforma Nacional de Transparencia, el Ejército reconoció el hallazgo de 22 "centros de manufactura para la elaboración de pastillas de fentanilo" (Solicitud de acceso a la información pública con folio (330026423001998), pero niega tener registros sobre laboratorios para la síntesis de fentanilo. En este caso el registro oficial sigue forzosamente la narrativa presidencial, aunque contradice lo reportado en notas de prensa, discursos de autoridades estadounidenses, el testimonio de traficantes y hasta conferencias de prensa del mismo Ejército. 

En la gráfica, se puede apreciar que el Ejército reporta cientos de laboratorios, en casi todos los casos asociados con la producción de metanfetamina. Mientras que la FGR reporta menos cada año hasta 2022 (esto aunque en teoría debe incluir los resultados de la FGR, Ejército, SEMAR y las Secretarías de Hacienda y Crédito Público y de Seguridad y Protección Ciudadana).

No obstante, reportajes publicados en Reuters indican que ha ocurrido una manipulación de los datos por parte del Ejército, basado en el análisis de 20 solicitudes de acceso a la información y correos filtrados por el grupo de hackeo Guacamaya. Por su análisis, en algún momento el Ejército empezó a incluir registros de laboratorios “inactivos” asegurados, mismos que constituyen el 95% de laboratorios reportados para 2023.

¿Es posible que algunos de los laboratorios reportados por el Ejército fueron utilizados para la producción de fentanilo? Comparando datos proporcionados por la Institución, ninguno de los registros de laboratorios asegurados corresponden con aseguramientos de fentanilo en la misma fecha y municipio, mientras que solo tres corresponden con decomisos de precursores químicos; además, no se pudieron localizar estos eventos en notas de prensa. 

La droga

Desde 2019, se ha incrementado de manera pronunciada la cantidad de fentanilo confiscado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), desde mil 300 kg en 2019 a 8 mil 500 en 2022. En México, también se observa la misma tendencia de interceptación de la droga, tanto en polvo, como en pastillas, aunque en menor medida comparado con Estados Unidos. En 2023, mientras que el Ejército Mexicano confiscó 11 millones de pastillas y mil 500 kilogramos de fentanilo, en Estados Unidos las autoridades incautaron 77 millones de pastillas y más de 5 mil 400 kg. La FGR reporta bajas cantidades de aseguramientos de fentanilo y sus precursores, posiblemente debido al proceso de recopilación de la información. 

Convertido en dosis, parece que entre 2020 y 2022 hubo mayor enfoque por parte de las autoridades mexicanas en asegurar el fentanilo en su forma final, con el Ejército siendo el protagonista principal en la estrategia. 

Mientras que en Estados Unidos el creciente papel del fentanilo ha resultado en una caída en la cantidad de metanfetamina asegurada en ese territorio, el mismo fenómeno no ha ocurrido todavía en México.

Conclusiones

Dada la cantidad de fentanilo y sus precursores encontrados en México, junto con el análisis de pureza y la investigación llevada a cabo por parte de las autoridades estadounidenses, además lo reportado en la prensa mexicana que contradicen la narrativa oficial, ha resultado imposible para el gobierno mexicano sostener la afirmación de que la producción no ocurre en el territorio nacional. 

Los miles de kilogramos y litros de precursores químicos confiscados en los puertos de entrada en México son significativos en el contexto de la cantidad de producto final incautado en el país. Sin embargo, es evidente que hay un menor enfoque o más dificultad en restringir el comercio desde este punto de intervención, y que los registros oficiales son incompletos y no están homologados. 

En el caso de los laboratorios, es improbable que su casi nula existencia para sintetizar fentanilo, como detallan los datos oficiales, sea un reflejo preciso de la realidad. Tampoco es claro si esto resulta de una falta de práctica de análisis y registro de los laboratorios asegurados, de simulación o manipulación del registro oficial, o si las autoridades no logran asegurar laboratorios de fentanilo. 

Dado el aumento retrospectivo de la cantidad de laboratorios de drogas sintéticas registrados por el Ejército (lo cual sugiere la influencia de la presión ejercida por Estados Unidos), es posible que en la próxima administración se adopte una estrategia y posicionamiento diferentes con respecto al fentanilo.

*(1)4-anilino-N-fenetilpiperidina

*(2) N-fenetil-4-piperidona